Este instituto investiga las posibilidades de una ecología no-antropocéntrica, vinculandose con el resto de seres vivos que habitan el planeta desde una visión que cuestiona el excepcionalismo humano y respeta la biodiversidad. Este Instituto busca abordar la temporalidad y materialidad de los procesos desde la dimensión de la fermentación. El trabajo con fermentos nos acerca a un ámbito ancestral de relación con lo vivo, planteando la necesidad de colaboración entre agentes vivos y no vivos para el crecimiento, procesado, conocimiento y transformación de la materia. Entendemos como fermentación un amplio abanico de prácticas relacionadas con lo alimenticio (masa madre, cerveza, yogurt, entre otros) pero también con lo social, donde diversos agentes se transforman y modifican a partir de su interacción de formas a veces impensadas o impredecibles.